TEATRO- AGENDA 2023.
ESCRIBO:
1.SIGNIFICADO DE LA FRASE
2. ¿QUÉ NOS HACE ÚNICOS?
3. NUESTRO NOMBRE NOS IDENTIFICA.- CREO UN AVATAR-LOGOTIPO
VIDEO
“LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE ERNESTO”. Oscar Wilde. 1895.
FINAL
GRESFORD. - Entonces, hay que poner en claro la cuestión
inmediatamente. Un instante, tía Augusta ¿Recuerda usted el
nombre que me pusieron? Diga usted la verdad, sin compasión;
estoy dispuesto a todo.
LADY BRACKNELL. - Siendo, corno era usted, primer hijo, es
de
suponer que le pusieran el nombre del padre.
GRESFORD.- (Impaciente.) Sí; pero ¿cuál era el nombre de mi
padre?
LADY BRACKNELL. - (Reflexionando.) En este momento, por más
que hago, no puedo acordarme cómo se llamaba el general.
Pero no
cabe duda que se llamaba de algún modo. Aunque era basta
excéntrico. Sí; pero esto fue sólo en los últimos años a
consecuencia, según parece, del clima de la India, del
matrimonio,
del estómago y de otras causas por el estilo.
GRESFORD.- Archi, ¿recordarías tú cómo se llamaba nuestro
padre?
ARCHIBALDO. - Hijo, no nos dirigimos nunca la palabra. Se
murió
antes de cumplir yo un año.
GRESFORD.- (Después de reflexionar un momento.) ¡Ah, se me
ocurre una idea! Consultar un anuario militar de la época.
¿No le
parece a usted, Augusta?
LADY BRACKNELL.- El general era un hombre esencialmente de
paz, excepto en su vida doméstica pero sí, seguramente se
encontrará su nombre algún en anuario militar.
GRESFORD.- Ahí están los de los últimos cuarenta años. ¡Ah,
esos
interesantes registros deberían haber sido mi lectura
continua! (Se
precipita hacia la estantería y saca de ella febrilmente
unos cuantos
volúmenes. Hojeando uno de ellos.) M... General... Mallam,
Maxbohin, Magley... ¡Qué nombrecitos! ... Markby, Migsby,
Mobbs,
¡Moncrieff! Teniente en 1840, capitán, teniente coronel,
coronel,
general en 1869; nombre de pila: ¡Ernesto Juan! (Vuelve a
poner el
libro en su sitio y habla muy reposadamente.) ¿No le dije yo
a usted
que me llamaba Ernesto, Susana? ¡Pues Ernesto me llamo! Ya
lo
ven ustedes.
LADY BRACKNELL.- Sí, ahora recuerdo que el general se
llamaba
Ernesto. Ya sabía yo que por algo me gustaba ese nombre.
SUSANA. - ¡Ernesto! ¡Mi Ernesto! ¡Desde el primer momento
comprendí que no podía llamarse de otro modo!
GRESFORD.- ¡Ay, Susana, es terrible para un hombre ver de
pronto
que se ha pasado toda la vida no diciendo más que la pura
verdad!
¿Me perdonas?
SUSANA.- Te perdono, porque sé que te corregirás.
GRESFORD. - ¡Amor mío!
ASCOT.- (A MISS PRISM.) ¡Leticia! (La abraza.)
MISS PRISM. - (Con entusiasmo.), ¡Federico! ¡Al fin!
ARCHIBALDO.- ¡Cecilia! (La abraza.) ¡Al fin!
GRESFORD. - ¡Susana! (La abraza) ¡Al fin!
LADY BRACKNELL. - Sobrino, me parece que empiezas a dar
muestra de poca formalidad.
GRESFORD.- Al contrario, tía Augusta; por primera vez en mi
vida
he comprendido la importancia de ser formal... y de llamarse
Ernesto.